Leyendo a Krishnamurti.

Como siempre sucede, descubro leyendo a Krishnamurti una frase, un párrafo o una página entera que me asombra por su claridad, por la sencillez con la que expone una verdad, una realidad tan evidente pero a la vez tan difícil de ver... Estos últimos días he estado leyendo a Krishnamurti (DiarioI), y quiero compartir con ustedes una parte del texto que me parece verdaderamente reveladora e importante.


Cada pensamiento y sentimiento deben florecer para poder vivir y morir; todo debe florecer en uno, la ambición, la envidia, el odio, la alegría, la pasión; en ese florecimiento está la muerte de todo ello y hay libertad. Es sólo en libertad que algo puede florecer, no en la represión, en el control y la disciplina; esto sólo pervierte, corrompe. En la libertad y el florecimiento radican la bondad y toda virtud. No es fácil dejar que la envidia florezca; uno la condena o la fomenta, pero jamás le da libertad. Es solamente en libertad que el hecho de la envidia revela su color, su forma, su profundidad, sus peculiaridades; si se la reprime no se revelará a sí misma en plenitud y libertad. Una vez que se ha mostrado completamente, la envidia cesa sólo para revelar otro hecho, el vacío, la soledad, el miedo. Y a medida que a cada hecho se le permite que florezca libremente, en toda su integridad, toca a su fin el conflicto entre el observador y lo observado; ya no existe más el censor sino sólo la observación, sólo el ver. La libertad puede existir únicamente en la consumación, no en la represión, en la repetición, en la obediencia a un patrón de pensamiento. Hay consumación tan sólo en el florecer y el morir; el florecer no existe si no hay un terminar. Lo nuevo no puede existir si no hay libertad con respecto a lo conocido. El pensamiento, lo viejo, no puede dar origen a lo nuevo; lo viejo debe morir para que lo nuevo sea. Lo que florece tiene que llegar a su fin. Toda existencia implica opción; solo en la madura soledad interna no hay opción. 


La opción, en todas sus formas, es conflicto y contradicción inevitable; esta contradicción, sea interna o externa, engendra confusión y desdicha. Para escapar de esta desdicha, se vuelven necesidades compulsivas los dioses, las creencias, el nacionalismo, el compromiso con diversos patrones de actividades. Habiendo escapado, todo esto llega a ser de primordial importancia, y el escape es el camino de la ilusión; entonces sobrevienen el temor y la ansiedad. La opción conduce a la desesperación y al sufrimiento, y no hay fin para el dolor.   




Espero os haya gustado.

Ayurveda: origen de la enfermedad (Iª parte)

Dentro de la gran diversidad de disciplinas diferentes que nos ofrece de mundo oriental, hay que destacar la medicina ayurveda. Aquí en occidente, el ayurveda no está adecuadamente valorado, en cambio en la India es una enseñanza oficial que se da en las universidades más valoradas del país.
La palabra Ayurveda proviene del sánscrito ayus -vida- y veda -ciencia o conocimiento-, se traduce como "conocimiento o ciencia de la vida". Esta medicina tiene su origen en la India hace 6.000 años. Es una forma natural de crear equilibrio y fortalecer las capacidades auto-curativas del cuerpo. Para la medicina ayurveda, la enfermedad aparece básicamente por un desequilibrio de los cinco elementos básicos: tierra, agua, fuego, eter y aire.

Los medicamentos, los masajes, las dietas, etc, de la medicina ayurveda tratan pues, de devolver el equilibrio a los elementos básicos que, aunque se observan muy facilmente en la naturaleza, también son los componentes básicos del cuerpo humano.

El ayurveda descansa sobre la creencia de que estamos compuestos de 3 energías vitales llamados doshas que controlan todas las funciones físicas, y mentales de cada individuo. Los Doshas controlan los procesos biológicos, nuestro aspecto físico, funcionamiento orgánico, capacidad intelectual y nuestro temperamento. Los tres doshas son: Vata-eter y aire, Pita-fuego, y Kapha-tierra y agua.

Hay que considerar que en Ayurveda está la constirución natal, o sea, con la que naciste, y la constitución actual. Los cámbios metabólicos, estilo de vida, alimentación, malos hábitos, etc... ocasionan desequilibrios orgánicos que nos hacen salir del nuestro eje constitucional natal. Ahí es donde tenemos que poner atención, pués hay que buscar otra vez este equilibrio a fin de lograr salud de cuerpo y mente y así longevidad y productividad.

Todos tenemos las 3 constituciones (Vata, Pita y Kapha) y para saber cual de las tres es la más predominante existen test para cada dosha, así como un especialista en ayurveda te puede decir tomando el pulso de los 3.



Otro día veremos como saber la constitución a la que pertenecemos y las características.


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