La meditación es atención.

En los diferentes lugares en los que uno aprende Yoga, suelen enseñar que la meditación se basa en la fijación en un punto, en no pensar nada o en repetir un mantra. No obstante, en este proceso hay conflicto, dado que la mente puede ir en cierta dirección aunque YO no quiera y le obligue a ir en otra. Este proceso es similar al aprendizaje que se da en los centros educativos occidentales, por los cuales, uno a de controlarse así mismo para concentrarse en alguna cosa en concreto (puede ser matemáticas, química, un mantra, o cualquier idea).
Como se ha remarcado anteriormente, la mente que medita no debe desdoblarse para controlarse así misma. Dado que si se una parte controla lo controlado, la mente no trabaja de forma unitaria y pierde energía y con ella la capacidad de aprendizaje. Así piensa el Tao, y como dice Krishnamurti, uno debe estar libre de toda autoridad: de la externa y de la interna (experiencia).
Es por eso, que no se puede meditar a través de los diferentes tipos de meditación que se asocian a las escuelas de Yoga. Ya que como se ha dicho, no difiere del aprendizaje académico, el cual se basa en la concentración, y no en la atención.

El Tao que puede expresarse con palabras, no es el Tao.


El Tao que puede expresarse con palabras
no es el Tao eterno.
El nombre que puede pronunciarse
no es el nombre eterno.
Lo que no tiene nombre
es el principio del Cielo y la Tierra
Lo que tiene nombre
es la madre de todos los seres.
La ausencia permanente de deseos
es lo que permite contemplar el gran misterio.
La constante presencia de deseos
permite contemplar únicamente sus reflejos.
Ambos extremos tienen un mismo origen,
aunque difieren en nombre y aspecto.
Construye el misterio de todos los misterios
y son el principio de todas las transformaciones.
El primer verso del Tao Te Ching ,escrito por el maestro Lao Tse, es el origen de origen del pensamiento oriental. La posterior filosofía oriental, como el Zen o el Budismo, serán fuertemente marcados por el pensamiento taoísta.
Una vez más los versos del Tao Te Ching nos indica como la mente, anclada en sus deseos, en sus idealizaciones queda reducida a la mezquindad, insuficiente para la contemplación del Tao. El Tao explica que la vida no es algo que se deba agarrarse de forma intelectual. Indica que la vida debe ser vivida plenamente, sin dividirse, sin intención de “coger” la vida, ya que esto es absurdo. En cierta manera, la mente actúa de forma aislada, sin unificar o sin comprender que está todo unido y todo se relaciona. Un ejemplo de esto es la diferencia entre la medicina oriental y occidental. La medicina occidental se ocupa de unos síntomas localizados a causa de una enfermedad o disfunción en concreto. La medicina oriental además trata esa disfunción como originada por diferentes factores influyentes. Al actuar así limita la concepción de lo que rodea.
Por otra parte, indicar que el Tao, el Zen y el Budismo, han sido influenciados por el I Ching. Este es un libro de adivinación. Consiste en oráculos basados en sesenta y cuatro figuras abstractas divididas entre positivas y negativas . De todas formas, esta parte no lo comentaré por no tener bastante conocimiento sobre el I Ching. Unicamente quería remarcar el origen intuitivo, básico y original del pensamiento oriental.

Jiddu Krishnamurti explicando la dualidad.


Siguiendo con el hilo argumental del último artículo, y en cuestión al tema de la dualidad y de la formación del Ego a través de la experiencia reproduzco uno de los diálogos que mantiene el maestro Jiddu Krishnamurti en una de la conferencias que dio a lo largo de su vida:

.... Hablando de la culpa....

Krishnamurti: .... he tenido el conocimiento de culpa anteriormente. Cuando le llamo culpa al sentimiento presente, he reforzado el conocimiento previo. Y ese conocimiento es el observador (el Ego, la experiencia). De modo que el observador mira ese sentimiento que tengo ahora, se separa de él y lo denomina culpa. Por tanto, al llamarlo culpa el conocimiento del pasado se refuerza.

Interlocutor:- ¿Quién es el observador? Yo tengo la sensación de mí mismo observando.

K: Se que la sensación de mí mismo está ahí. Esa es la ilusión. Esa es nuestra cultura, es la forma en que vivimos, me he identificado con mi país, con mi religión o mi bandera. Una vez descubro que eso causa dolor dejo de identificarme con lo exterior y me identifico conmigo mismo.
El observador es el pasado, la experiencia.


Este diálogo explica con un lenguaje actual aquello que representa el Tao. La mente se controla así misma, sin llegar a funcionar bien de ese modo. Sin poder ser una mente creativa, espontánea y natural. Acarreando conflicto entre la idea y la realidad.

ORIGEN DEL TAO

En los orígenes del pensamiento taoísta, tal como hoy se conoce, está el texto del Tao-TeChing. La tradición menciona como autor suyo a Lao Tzu («maestro Lao»), que habría sido contemporáneo de Confucio (siglo VI a.C.). La existencia de Lao Tzu como uno de los primeros maestros del taoísmo es admitida generalmente por los historiadores modernos, aunque el texto del Tao-TeChing no encontró probablemente su redacción final hasta finales del siglo IV. Este pequeño libro, de poco más de 5.000 caracteres, se presenta como un manual para gobernantes y de manera sumamente concisa expone los principios del Tao. El otro texto fundador del taoísmo es el Chuang-tzu, llamado así por el nombre de su autor, el maestro Chuang (siglo IV-III a.C.).

El principio del Tao es la espontaneidad . Pero no la espontaneidad de ningún modo impulso ciego y desordenado, un mero poder caprichoso. La filosofía que se limita al lenguaje no encuentra manera de concebir inteligencia que no actúe de acuerdo con un plan. De hecho, la palabra pronunciada, exterior o interiormente, al ser el representante de un recuerdo, limita y moldea el futuro impidiendo apreciar el presente en toda su plenitud. Como dice el gran sucesor de Lao-tzu, Chuang-tzu:

“En torno a nosotros se producen cosas, pero nadie sabe de donde salen. Todos los hombres estiman la parte del saber conocido. Ignoran como servirse de lo desconocido para alcanzar el saber. ¿No es esto un extravio?”

La palabra, la idea, el recuerdo moldea el futuro, impidiendo poder apreciar ese saber nombrado por el Tao. La palabra, la idea, al haber sido formada por el Ego da forma al presente en relación a si el recuerdo es apetecible o al contrario, doloroso o desagradable para la idea que tenemos de nosotros mismos. Creando un conflicto entre la realidad y nuestro vivir los acontecimientos.

MEDITACION, DESHACER DUALIDAD.

La ilusión de la división proviene de que la mente intenta ser a la vez mente e idea de la mente, debido a una fatal confusión entre idea y símbolo. (una parte de la mente se mantiene a un lado para interferir a la otra, para controlarla, condenarla o admirarla). Para poner fin a la ilusión, la mente tiene que tratar de actuar sobre sí misma , sobre su corriente de experiencias, desde el punto de vista de la idea de sí misma que llamamos ego. Debe hacerse de forma espontánea, como cuando los ojos ven por sí mismos y los oídos oyen por sí mimos y la boca se abre por sí misma sin que la mandíbula tenga que ser separada por los dedos. (Allan Watts).
Pero no solo Allan Watts nos indica el camino de la meditación. A lo largo de los siguientes artículos veremos diferentes tipos de meditación. Las meditaciones buenas y las malas. Los diferentes tipos a lo largo de la historia y sus escuelas. Las analizaremos y compararemos y mostraremos de un modo serio e intelectual (sino de que otro modo) las características d tales meditaciones.

Un saludo a todos.

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